HA LLEGADO EL VERANO

Y con él más numerosas visitas a la Casa de la Virgen. Rápidamente, con el marco del calor inclemente y de un sol que nos acompaña a diario, recordaremos la numerosa y fiel visita de los devotos de la Virgen de Valdecarros, que se unieron con su día pasado junto a la Virgen a todos los demás pueblos que han ido pasando sábado a sábado.
El día de la fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo, felicitamos a la Responsable de la Casa de Valdejimena, Petra, que celebraba su onomástico.  En la tarde un hecho que inscribiremos en la historia del Santuario, unos devotos de la Virgen de un Grupo de Oración de Salamanca, quisieron hacer obsequio al Santuario de un hermoso cuadro de la Divina Misericordia, de gran valor espiritual y económico, sus medidas de alrededor de 2 ms. de altura con marco barroco que concuerda con la decoración de los retablos del Santuario y enriquece artística, pero sobre todo espiritualmente este Templo Mariano; es una devoción llena de significado y que dimana del Sagrado Corazón de Jesús, fue traída de Polonia con amor por nuestro inolvidable Beato Juan Pablo II. En las situaciones que viven el mundo y la Iglesia actualmente nos trae un mensaje consolador y pleno de esperanza, La Misericordia del Señor es infinita, porque su Amor también lo es, por nosotros sus hijos y por el mundo entero. Su descubrimiento y práctica de la devoción nos llevará por nuevos caminos, esperamos una gran acogida y muchos frutos espirituales.  Recordemos que la misión de María como Madre de la Iglesia es llevarnos desde su Corazón al Corazón de su Hijo, Ella es la gran Mediadora entre nosotros, pecadores, y los anhelos de salvación de su Hijo y nuestro Redentor. Gracias a los donantes, que El Señor les pague con su infinita generosidad su ofrenda al Santuario.