FIESTA DE SAN BENITO PATRONO DE EUROPA

Por voluntad de la Virgen, que en Valdejimena nos protege y guía nuestros pasos y que en este lugar de paz y oración busca hacer realidad lo que dice la Biblia: "Te llamé al desierto, para hablarte al corazón", los hijos de San Benito abrimos nuestros corazones y el espíritu contemplativo heredado de N.P. San Benito a cuantos llamados por la Virgen, llegan a sus plantas en búsqueda.  Queremos acompañaros a escucharla, a encontraros con Jesús, a escuchar su Palabra que es respuesta y salvación, "es Vida Eterna", y lo hacemos en el silencio, la soledad, la austeridad de vida, el trabajo y la oración. La Fiesta de Nuestro Padre y Fundador de la Orden Benedictina es ocasión de gozo para sus hijos y de examen para que nuestra vida sea más fiel a la Regla que nos legó.

San Benito Abad, nació en Nursia ,Italia en una familia cristiana y acomodada que le preparó poniendo los cimientos del gran gigante del espíritu que con la gracia de Dios y el trabajo de sus monjes, construyó Europa, tierra de bárbaros e ignorantes, de paganos, que por él recibieron la luz de la fe.

Dejó ante la llamada de Dios todo lo que el mundo ofrecía a un joven rico e inteligente como él, para irse a la soledad de Subiaco y en una cueva, en la soledad y la mayor de las pobrezas, convertir su vida a una nueva, para hacer la voluntad de Dios. De allí iría a Montecasino, donde antes, lugar siniestro de sacrificios humanos por seguidores del Maligno; luego de romper los altares a los falsos dioses, comenzó la construcción no sólo de un Monasterio, sino de lo que sería desde el siglo VI, hasta el presente un camino dentro de la Iglesia. la Vida contemplativa de Occidente, regalando su doctrina y sus milagros, y encendiendo en los corazones de sus hijos la luz y la fuerza del Espíritu para su misión de contemplativos y de evangelizadores, de creadores de nuevos pueblos y de sembradores de la Cultura en todas sus ramas, llevando a los pueblos ignorantes hasta la posibilidad que hoy es una realidad: Europa, cuyas raíces se hunden en la fe cristiana y el trabajo de los monjes hijos de San Benito.  Que el Patrono de todos estos países, hoy en una gran crisis de fe y de valores, interceda nuevamente por ellos para conseguir su reconstrucción.  San Benito, ruega por nosotros