19 enero 2013

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO

Este domingo lo podíamos titular de muchas maneras, el mensaje del Evangelio es tan lleno de significado y de trascendencia, que no sabemos cuál escoger, por eso los destacamos todos.  Comienzo de la actividad apostólica de Jesús con sus discípulos, Cristo con su presencia, destaca la importancia del sacramento del matrimonio, Cristo realiza su primer milagro, María se manifiesta como omnipotencia suplicante, ya que a una petición suya, cambian los planes de Jesús, María se muestra como la Madre de la Caridad, siempre con su exquisita caridad que es la de una Madre que siempre está cuidando de todos.

 1.- El profeta Isaías en la primera lectura nos desvela una profecía muy singular para nosotros: el Mesías es presentado como el Esposo de Israel que traería la paz y la alegría a su pueblo. Y como seguiremos viendo todas las lecturas de hoy tienen ese contenido especial de matrimonio, de esponsales entre Dios y su pueblo.
S.- El salmo 95 tenía para el pueblo judío la idea de un Dios único y portador de toda la fuerza. Y era el pueblo de Israel quien debía de comunicar a todos los demás pueblo esa realidad importante y alegre. Esta idea de Dios como rey universal llega hasta nosotros y por eso le cantamos y le festejamos.
2.- La lectura de la Primera Carta de San Pablo a los fieles de Corinto nos acompañará hasta el domingo quinto de este primer tramo del tiempo ordinario, como segunda lectura de nuestras eucaristías. Refiere los diferentes dones y carismas que el Espíritu Santo otorga a los fieles para vivir mejor y ser más felices puestos todos en presencia de Dios.
3.- Jesús de Nazaret inicia su misión en una boda, por indicación de su Madre, la Virgen María y convirtiendo considerables cantidades de agua en un vino excelente. No puede haber principio más bello y alegre. El episodio de las Bodas de Caná merece toda nuestra atención al escucharlo y reflexionar, después, en él por su significado y matices.

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