
Este es el Domingo de la pregunta trascendental, a la que el Señor espera una respuesta sincera y plenamente comprometida. Resuena en nuestra alma esta amorosa pregunta: ¿Quién creemos cada uno de nosotros que es él? Por supuesto es una pregunta de fe con un compromiso indispensable si nuestra fe es total. Vemos en este Maestro Bueno y que es el Hijo de Dios, el que en las Bienaventuranzas nos pone una clara pedagogía de la acción cristiana, para poder ser verdaderamente considerados discípulos, o sólo es el recurso de los malos momentos de las situaciones en que vemos claramente que sólo Él nos puede ayudar,y entonces nuestra fe sería pragmática, egoísta y no comprometida.
Os deseo un encuentro muy profundo y personal con el Maestro, para que le déis el gozo de contaros entre sus fieles seguidores, que creen en Él por encima de todo, y que es lo primero en nuestras vidas.
por supuesto ese compromiso nos hace verlo cargado con la Cruz y no le podemos seguir como los que observan algo desde fuera, sino implicarnos siguiéndole con nuestra propia cruz aceptada.
La primera Lectura es del Profeta Isaías, su mensaje tiene como marco una situación difícil: la soledad y la persecución por la Fe en el Señor. Es consolador y positivo para nosotros el ver la actitud del profeta frente a una situación tal, su plena confianza y su capacidad de ser totalmente disponible a la Voluntad de Dios. Él no tiene miedo, no busca escaparse, no lo piensa dos veces, no está indeciso...,él valientemente se enfrenta a todo y a todos y o hace porque es grande su confianza en el Señor, no duda ni un momento de su único abogado, que le auxiliará cuando lo necesite. Gran lección para nuestros tiempos mediocres, llenos de incertidumbres y temores y con poca generosidad.
El Salmo es el 114. Los versos de hoy son los iniciales del Salmo y hablan de la gratitud del salmista al señor porque le ha librado de la muerte. ¿No tendremos que agradecer con el salmista las innumerables veces, que Dios nos ha socorrido y no nos ha dejado solos ante el peligro?
La segunda lectura: De nuevo el apóstol Santiago, esta vez nos pide algo que olvidamos con las teorías de la justificación, con las que nos quedamos tan tranquilos sólo con creer, pero no fructificar en obras. Así somos árboles estériles. Hay que dar fruto por las obras de la fe, que son de amor.
El mensaje está en la contemplación de la oración y de la fe, que tiene que ir acompañada por el trabajo de las obras.
El Evangelio es de San Marcos y es el que nos propone el examen principal de la Liturgia de hoy y el definitivo para nuestra vida, ¿quién es Cristo para ti?, ¿quieres seguirlo? Sabiendo que para ello has de tomar tu cruz: lo que más cuesta de la vida, perdonar, reconciliarse, amar y ayudar sin esperar nada a cambio.. Es una respuesta personal y el Señor espera tu respuesta ilusionado y con Amor.No pospongas tu respuesta comprometida.

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