22 noviembre 2014

NOTICIAS DESDE LA TORRE: ACONTECIMIENTOS DE RELIEVE ESPIRITUAL PARA LOS QUE LOS HAN VIVIDO Y PARA REFLEXIÓN DE LOS QUE HAN RECHAZADO LA INVITACIÓN DEL SEÑOR...


                                             

El día 13 de noviembre se abrieron las puertas de la Hospedería y de esta Casa de la Virgen a todos los que han respondido afirmativamente a la invitación del Señor:  "os llamaré al desierto, para hablaros al corazón" .
                                                                                  

 Era una oportunidad muy especial, que se tienen pocas oportunidades para vivir:  Tres días de intenso silencio, oración y disponibilidad ante el mensaje de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, que teniendo en cuenta las dificultades de nuestros tiempos, se concentraron sabiamente en 3 días (hasta el día 16). 
                                                                            
 

 Dirigidos por el P. Ricardo R., se fue gradualmente introduciendo en una ambiente "nuevo y desconocido, lleno de una sorprendente escucha de la Palabra y consideración del alma ante la Divina Voluntad, con un trasfondo de paz, silencio, contemplación que fue lentamente desembocando en un encuentro personal con Cristo que llama a una mirada a la vida que llevamos y lo que debemos de hacer para convertirla en la que Dios quiere, allanando caminos, quitando obstáculos, para que entre el Señor, el Rey de la gloria, para que esta nueva intimidad vaya creciendo en el Amor y desde cada uno llegue a toda la Creación.
Por otra parte, dejando la gran alegría por los que contestaron positivamente y se enriquecieron de manera sorprendente, como todos confesaron al final de estos días:  nos entristece el escuchar en el Evangelio al Señor que manda a invitar a su Banquete y al que con desprecio y superficialidad se rechaza la invitación, porque tienen "cosas más importantes" (será imposible al caer de la tarde de la vida, justificar nuestros rechazos a las amorosas invitaciones del Señor, reiteradamente rechazadas por pretextos tan torpes...) y que se ve repetido en nuestro tiempo, cuando a través del blog, del boca a boca,  de directas invitaciones etc.., y que fueron igual que en el Evangelio rechazadas...
                                                                                  

Si puedo como testigo activo dar una humilde conclusión con unas pinceladas de lo más sorprendente, sería infinitamente más rico haber escuchado a los participantes evaluar lo que han sido estos días para ellos...
Puedo decir desde mi perspectiva: desde hace muchos años no tenía la oportunidad de unos Ejercicios Espirituales tan profundos, densos de doctrina y en un marco adecuado del silencio indispensable para escuchar la Voz del Señor.., llevamos muchos años conformándonos con los predicadores "famosos" que tratan con simpatía y sus toques de humor un ambiente ligero de distensión y de pasar unos días en un grupo "agradable", sin entrar en nada demasiado inquietante , todo muy de tejas abajo y que lo podía decir un creyente o no...
                                                                                 


Pero por sus frutos los conoceréis, los frutos de este estilo que tanto se lleva hoy, es el cumplir con una costumbre de calendario, pero no sacar nada que compromete, olvidarlo pronto y pasar página.
Esto no ha ocurrido con los Ejercicios de San Ignacio, que han dejado compromisos, transformaciones serias, trabajo por realizar y la misión de compartir lo recibido..
Qué poco y pobre lo que he podido decir de un regalo tan grande del que he sido testigo.  Con mi oración pido al Señor que siga llamando a las almas a estos Ejercicios en siguientes oportunidades y que se le conteste positiva y alegremente a su Invitación...  Gracias Señor. gracias al P. Predicador, gracias a los que generosamente dejaron todo y dijeron sí al "banquete del Señor" como en el Evangelio..... Dios os bendiga y os guarde.
                                                                                  

1 comentario:

  1. Dos ideas me quedan: la riqueza del don del Señor a quien le escucha y la tristeza y vinculante responsabilidad ante una superficialidad negativa ante la respuesta. "ojalá escuchéis hoy la Voz del Señor.."

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