Puede parecer demasiado sencillo y quizá sólo una idea fervorosa, pero es la única respuesta, es la única solución para el que inmerso en la obscuridad, desasosiego y desesperanza de la "crisis" que alcanza a muchos campos: económico, de convivencia social y familiar, cultural, de valores, de fe... Es un amplio campo que agobia al que lo padece, pero que no puede encontrar respuesta eficaz y válida si no es encontrándose con su realidad y frente a él, con Dios, Padre, Creador, Amor Misericordioso, Respuesta, Luz, Vida... Lo es TODO. Parece una reducción del pensamiento de la gran Doctora Mística Santa Teresa de Jesús: "Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza: Quien a Dios tiene nada le falta, SÓLO DIOS BASTA".
Después de esto, lentamente leído y comprendido, quién puede dudar del Sólo Dios...
En nuestro día a día los medios de comunicación con su aplastante y numerosa información de malas noticias, de rumores, de actos negativos, de encuestas desfavorables, de fracasos etc.. Contribuyen no poco a crear un ambiente de pesimismo, de nihilismo, de desesperanza, conformismo o peor de violencia, odio, destrucción, venganza, división...
Necesitamos alejarnos de esta visión y desde la soledad, objetividad, reflexión, fe, oración, encontrar la Esperanza perdida, la capacidad de lucha, porque estamos apoyados por el Señor que no nos abandona, no toda la sociedad es como nos cuentan, hay héroes anónimos, acciones caritativas, comportamientos ejemplares, pero son silenciados, tachados, borrados con la intención de cerrar puertas a la verdadera libertad que nos lleva a poseer a Dios y con Él ir encontrando los caminos y las respuestas, con paz., sin desesperación.
En medio de las soledades de valle y montañas de los paisajes del mundo, se encuentran los monasterios, lugares especiales para poder ver desde la distancia y con objetividad todo lo que aqueja a la sociedad y a cada uno de nosotros. Aprovechemos su acogida, compartamos unos días su oración, su vida, su alegría verdadera y preguntemos, contemplemos y salgamos renovados. También contad con vuestro contacto epistolar, telefónico o por la red con estas Casas de Dios, para encomendarles nuestros problemas, los harán suyos en su quehacer de trabajo y oración de cada día. Lo vais a notar, estoy seguro.
Me tiene preocupada que desde hace más de un mes el monje ermitaño que escribe aquí no haya dado señales de vida. Es extraño pues nos tenía acostumbrados a leer lo mucho e interesante que escribía cada semana. ¿Es que ya no está ahí? ¿Está enfermo? ¿Lo han trasladado?
ResponderEliminarNo quiero pensar lo peor, ya que según me habían comentado se trata de una persona mayor y algo enferma