24 febrero 2018

DOMINGO II DE CUARESMA CICLO B - 25 DE FEBRERO- TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

Resultado de imagen de la transfiguracion del señor
En este segundo domingo de Cuaresma, el evangelio nos presenta la transfiguración de Jesús, uno de los grandes acontecimientos de la vida de Jesús, y la mayoría de estos están relacionados con las fiestas del pueblo judío. En este caso, esta relacionada con la fiesta de las Tiendas, que se realizaba una semana posterior a la gran fiesta de la expiación, de allí que la lectura comienza diciendo “seis días después”.
             Jesús se encontraba junto a tres de sus discípulos, Pedro, Santiago y Juan, con ellos sube a una montaña, la figura del Monte, que aparece una y otra vez tanto en el Antiguo como en el Nuevo testamento, hace referencia a la montaña como un lugar de mayor cercanía a Dios, lugar de ascenso. Vale recordar las similitudes del relato de la transfiguración, con el ascenso de Moisés al Monte elevado Ex 24, 12-18.
Jesús se transfiguró, y sus vestiduras quedaron blancas y resplandecientes, signo de la gloria de Dios. Y se les aparecieron Moisés y Elías, conversando con el, es decir ante Jesús esta la Ley y los Profetas.
Los tres discípulos estaban impresionados por lo que veían, se apodera de ellos el temor de Dios, y quedan paralizados ante la magnanimidad de lo que veían sus ojos. Pedro sin saber bien que decir, expresa lo bien que se sentía en ese lugar, y propone construir una choza para cada uno. Esto último esta relacionado a la Fiesta de las Tiendas que se estaba desenvolviendo.
Y apareció una nube y se escucha una voz que dice “Este es mi Hijo querido, escúchenlo”. La nube, solía acompañar las apariciones de Dios, y manifestaba su majestad y poder. La transfiguración de Jesús significa, que el tiempo mesiánico ha llegado, a la vez que es una prefiguración de la resurrección, y la Gloria del Reino de los cielos.
Resultado de imagen de abraham ofrece a u hijo isaac
La prueba nos hace más fuertes. Aprendemos cómo triunfar cuando somos probados. Necesitamos obedecer a Dios. La orden de sacrificar a su hijo debe haber sido incomprensible y extremadamente traumática para Abraham. Y durante los tres días que duró el viaje hacia el lugar que Dios le había indicado seguro que aumentaba su dolor. En nuestro caminar hacia la montaña de la prueba, los días se hacen más largos, caóticos e insostenibles. Aunque no comprendamos lo que está sucediendo, y aunque nos duela, debemos obedecer. Para triunfar cuando somos probados, necesitamos confiar en Dios. Al tercer día de viaje, Abraham “Alzo sus ojos y divisó el lugar de lejos” A pesar de todo, tuvo confianza. Los tres días implican la prolongación de la prueba, pero también una obediencia y una confianza sostenida. Así debemos confiar nosotros alzando los ojos de la fe y divisar de lejos el propósito de Dios, debemos creer que nos ama y todas las cosas nos ayudan a bien, esto es a los que conforme a sus propósitos somos llamados. Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? Aprendemos que las pruebas tienen una salida de parte de Dios. Dios proveerá, fue un lema de toda la vida de este patriarca Abraham, y desde entonces lo ha sido en la vida de muchos cristianos en el mundo.
Resultado de imagen de la transfiguracion del señor
 Superada la prueba del desierto, Jesús asciende a lo alto de una montaña para orar. Es éste un lugar donde se produce el encuentro con la divinidad: "su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos". El rostro iluminado refleja la presencia de Dios. Algunos rostros dan a veces signos de esta iluminación, son un reflejo de Dios. Son personas llenas de espiritualidad, que llevan a Dios dentro de sí y lo reflejan a los demás. Jesús no subió al monte solo. Le acompañaban Pedro, Juan y Santiago, los mismos que están con él en el momento de la agonía de Getsemaní. Sólo aceptando la humillación de la cruz se puede llegar a la glorificación. En las dos ocasiones los apóstoles estaban "cargados de sueño". Este sueño simboliza nuestra pobre condición humana aferrada a las cosas terrenas, e incapaz de ver nuestra condición gloriosa: estamos ciegos ante la grandeza y la bondad de Dios, no nos damos cuenta de la inmensidad de su amor. Tenemos que despertar para poder ver la gloria de Dios, que es "nuestra luz y nuestra salvación" (Salmo Responsorial). Junto a Jesús aparecen Moisés y Elías, representantes de la Ley y los Profetas. Jesús está en continuidad con ellos, pero superándolos, dándoles la plenitud que ellos mismos desconocen, pues Él es el Hijo de Dios, el elegido. ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante esta manifestación de la divinidad de Jesús? La voz que sale de la nube nos lo dice: ¡Escuchadlo!
Resultado de imagen de la transfiguracion del señor
. Nuestra actitud tiende a ser el quedarse en la cima de la montaña contemplando el espectáculo que significa el descenso de Dios, por eso Pedro propone hacer tres tiendas: “¡Qué bueno es estar aquí! El discípulo que llega a la cima del monte debe también aprender a bajar de ella para bien de sus hermanos, así lo hizo Moisés cuando recibió las tablas de la Ley, y así lo hicieron los discípulos del Señor después de su Transfiguración, porque es necesario contar a los hermanos la gloria de Dios que se ha visto en la cima del monte, para que sean muchos más los que se atrevan a escalar hasta la cima para contemplar a Dios. Simbólicamente Jesucristo se transfiguró en presencia de sus discípulos. Pero hoy el Señor sigue transfigurándose para nosotros. Cada vez que asistimos a la Eucaristía revivimos el prodigio de la presencia de Dios, que desciende a la cima del monte y a quien nosotros podemos contemplar. Pero la Eucaristía no termina en el templo, hemos de salir al mundo para anunciar a todos lo que hemos contemplado. La Eucaristía es contemplación y compromiso. El Papa Francisco nos recuerda en su mensaje para esta Cuaresma cuál debe ser nuestra actitud:
“Cada uno de nosotros está llamado a discernir y a examinar en su corazón si se siente amenazado por las mentiras de los falsos profetas. Tenemos que aprender a no quedarnos en un nivel inmediato, superficial, sino a reconocer qué cosas son las que dejan en nuestro interior una huella buena y más duradera, porque vienen de Dios y ciertamente sirven para nuestro bien”.
Resultado de imagen de la fe de abraham al ofrecer su hijo
La fe de Abrahán era completa, total. Obedecía a Dios por encima de cualquier duda. Es muy fuerte disponerse a sacrificar –a degollar— a su único hijo porque Dios se lo ha mandado. Por Abrahán no puso reparos. Dios –claro está— no iba a permitir ese sacrificio. Era una prueba. Todos vivimos pruebas, algunas muy sencillas o fáciles; otros, mas duras o complicadas. Pero hemos de obedecer a Dios en todo momento porque Él sabe que es lo mejor para nosotros. Esta primera lectura, del capítulo 22 del Génesis, es toda una enseñanza de enorme importancia.
Resultado de imagen de salmo 115

S
e
ñor
, P
adre  Santo,  tú  que  nos  has  mandado  escuchar    a  tu  Hijo,  el
predilecto,  alimenta  nuestro  espíritu  con  tu  palabra;  así
con  mirada
limpia  contemplaremos  gozosos  la  gloria  de  tu  rostro.  Por  nuestro
Señor Jesucristo.
 La referencia del Salmo 115 que proclamamos hoy es el Salmo 116 que los judíos utilizaban como uno solo, mientras que la Vulgata y la Biblia griega de “los Setenta” los transformaba en dos. En realidad son distintos según su texto. Pero lo de menos es su construcción literaria original. Lo importante es que tanto nosotros, como los hombres y mujeres que nos precedieron, elevan con los versículos de este salmo la confianza en Dios, en su apoyo y en su justicia. Eso es lo importante.
Resultado de imagen de 2 carta de s. pablo a romanos 8, 31-34
 En el fragmento de la Carta de San Pablo a los Romanos –que es nuestra segunda lectura— Pablo corrobora algo que nos después nos va a decir el Evangelio. Dios permitirá la muerte de su Hijo para la salvación de todos. Y el mensaje de esperanza para los Apóstoles es precisamente ese trozo de gloria que verían en lo alto del monte.
Resultado de imagen de la transfiguracion del señor en el tabor
San Marcos nos narra con sencilla brillantez el misterio de la Transfiguración del Señor. Fue, sin duda, algo espectacular. Pero por encima de la calidad del prodigio está que Dios quiere mostrar a tres apóstoles que Jesús es su Hijo y que, por tanto, nada deben temer respecto a lo que vendrá después. Es una ayuda a su débil fe. Pero la gloria que vieron se les olvidó pronto. Nuestros propósitos de seguir al Señor también se nos olvidan a pesar de que los recibimos con la cercanía de una luz que nunca se apaga.

Resultado de imagen de la transfiguracion del señor en el tabor


S
e
ñor
, P
adre  Santo,  tú  que  nos  has  mandado  escuchar    a  tu  Hijo,  el
predilecto,  alimenta  nuestro  espíritu  con  tu  palabra;  así
con  mirada
limpia  contemplaremos  gozosos  la  gloria  de  tu  rostro.  Por  nuestro
Señor Jesucristo.
S
e
ñor
, P
adre  Santo,  tú  que  nos  has  mandado  escuchar    a  tu  Hijo,  el
predilecto,  alimenta  nuestro  espíritu  con  tu  palabra;  así
con  mirada
limpia  contemplaremos  gozosos  la  gloria  de  tu  rostro.  Por  nuestro
Señor Jesucristo.
Señor, Padre Santo, tú que nos han mandado escuchar a tu Hijo, el predilecto, alimenta nuestro espíritu con tu palabra; así, con mirada limpia contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro.

Por Nuestro Señor Jesucristo.

Te agradecemos, Señor, con todo nuestro amor, estos dones de eternidad que son el Cuerpo y la Sangre de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesús y que su recepción frecuente nos lleve al Banquete de Tu Reino.
Por Jesucristo Nuestro Señor


No hay comentarios:

Publicar un comentario