11 septiembre 2011

DIA DEL SEÑOR

DOMINGO XXIV T. ORDINARIO
La primera lectura, del libro del Eclesiástico, nos muestra, que los resentimientos: el rencor, la ira, la violencia, llegan cuando olvidamos que nosotros también somos limitados, que estamos hechos del mismo barro que los otros. Y, si estas limitaciones no las tenemos en cuenta, difícilmente podremos reconciliarnos con nosotros mismos y con los demás.
El salmo 102 era atribuído por los judíos al Rey David, y para muchos, guarda una gran relación con el salmo 50, el conocidísimo "Miserere". Por un lado es canto de penitencia, pero por otro es expresión jubilosa de la misericordia del Señor para con todos siempre.
"Somos del Señor" nos dice la segunda lectura, en el breve párrafo de la carta del apóstol S. Pablo que proclamamos hoy. Y añade que si somos del Señor no podemos vivir para nosotros mismos,sino para los demás.
El Evangelio de Mateo  nos comunica el mandato de Jesús sobre cómo limpiar las manchas que anidan en nuestro corazón, sabiendo perdonar, y preocupándonos del bien de nuestros hermanos. <por ellos seremos portadores de la Paz de Cristo; cuando nos cueste el que creemos es el primer paso, recordemos que el verdadero "Primer Paso" lo dio Cristo desde la Cruz.

Recomendamos la homilía en el enlace del Valle de los Caídos. Cada domingo la tendremos en esa página web.

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