DOMINGO XXIV T. ORDINARIO

El salmo 102 era atribuído por los judíos al Rey David, y para muchos, guarda una gran relación con el salmo 50, el conocidísimo "Miserere". Por un lado es canto de penitencia, pero por otro es expresión jubilosa de la misericordia del Señor para con todos siempre.
"Somos del Señor" nos dice la segunda lectura, en el breve párrafo de la carta del apóstol S. Pablo que proclamamos hoy. Y añade que si somos del Señor no podemos vivir para nosotros mismos,sino para los demás.
El Evangelio de Mateo nos comunica el mandato de Jesús sobre cómo limpiar las manchas que anidan en nuestro corazón, sabiendo perdonar, y preocupándonos del bien de nuestros hermanos. <por ellos seremos portadores de la Paz de Cristo; cuando nos cueste el que creemos es el primer paso, recordemos que el verdadero "Primer Paso" lo dio Cristo desde la Cruz.
Recomendamos la homilía en el enlace del Valle de los Caídos. Cada domingo la tendremos en esa página web.
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