Han ido pasando los días del verano y terminando con ellos las numerosas visitas, los grupos de retiro, las Misas de la Salud, y salvo esporádicas visitas de algunos oblatos benedictinos del Valle y devotos de la zona,nos vamos quedando con el tesoro que la Virgen nos regaló y que quiere que se conozca y se aproveche para estos tiempos de desorientación, falta de concentración y exceso de materialismo que lleva a a abandonar la oración y a la rutina y a la falta de respeto a la grandeza de la Liturgia de la Iglesia. El Santuario queda envuelto en un carisma contemplativo y monástico que con la sabiduría de San Benito, quiere ser lugar de búsqueda, de silencio, soledad, oración y aprendizaje desde la más profunda humildad a confiar sin medida en la Virgen que nos lleva a su Hijo, único Camino, Verdad y Vida. Es tiempo de seguir visitando la Casa de la Virgen, para encontrarnos con la Voluntad de Dios, y la objetividad al ver nuestra vida, nuestra escala de valores y nuestras metas; desilusionándonos de las falsas promesas del mundo, que no puede dar lo que no tiene: Vida y Felicidad. Escuchad entre las encinas el rumor del viento, y la visión de los límpidos horizontes, que parecen repetir: "Ven a mi Casa" "a Valdejimena".
Pedimos para que escuches, te decidas a venir y una vez aquí, no te arrepentirás de haber venido.
EL AYER (un poco de historia)
Poco cuesta probar que Nuestra Señora de Valdejimena ha sido veneradísima durante muchos siglos en tierras de Castilla y León, Extremadura, Portugal y aún en toda España, y que este amor de las gentes piadosas de todo lugar,ha sido siempre correspondido por la Virgen con favores señalados y continuos.
Ahí están las bulas pontificias de Urbano VIII (1643), Inocencio X (1649) y Benedicto XIII (1725), expedidas en Roma a favor de los peregrinos de Valdejimena. Ahí están los Decretos episcopales de indulgencias concedidas por los Obispos de Salamanca,Avila, Almería, Teruel, Jaca,Badajoz, Zamora, Valladolid, Mallorca, osma, Lugo,Mondoñedo, Tuy, y Santiago de Compostela, que se encuentran en el Archivo del Santuario, como títulos de protección mariana, los calificativos que aparecen a cada paso en los documentos , proclamando los prodigios y beneficios derramados por Nuestra Señora de Valdejimena, cuya imagen es llamada a todas horas "excelsa", "de gran devoción", "esclarecida", "soberana", "prodigiosa","portentosa", "milagrosa". Vale la pena seguir espigando en el pasado para restaurar en este presente en que muchas cosas se han olvidado y algo tan reconocido en otros tiempos como este Santuario, han caído en el desconocimiento y olvido, lo seguiremos haciendo en próximos días.
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