28 julio 2012

EL DÍA DEL SEÑOR DOMINGO XVII DEL T. ORDINARIO

Estamos viviendo el tiempo vacacional, pero con un nuevo componente, muchas familias en situación angustiosa, recortes en el presupuesto familiar y el que puede disfrutar de algo tan justo como unas vacaciones, tiene que dar gracias a Dios y mirar a su alrededor, para ver qué puede hacer por los que no tienen ni trabajo, todos hemos de ser más austeros y abiertos a comprender y colaborar ante las carencias de muchos.
La primera lectura nos habla en el libro 2º de los Reyes de la intervención de Dios en ayuda de su Pueblo necesitado y coincide con el mensaje del Evangelio, nos parece imposible que con lo poco que podemos dar cada uno se pueda solucionar la pobreza de tantísimos. Sin embargo, dice la lectura: El pueblo por intervención de Dios "comerá y hasta sobrará".
El salmo 144 nos prepara para la venida del Reino de Cristo con una cierta realización y una idea nueva, que no es común en el Antiguo Testamento, "la justicia de Dios va acompañada de su misericordia".
La 2ª Lectura: San Pablo nos regala un plan lleno de sencillez y brevedad para la vida cristiana, ejercitar nuestra vocación en la humildad, la unidad y el amor. Cuánta sabiduría en tan pocas palabras, esto es indispensable, esperamos ponerlo en práctica
El Evangelio es de San Juan y como dijimos en la primera lectura, hay una misma realidad. las dos presentan una situación que nos desborda a los hombres de hoy: el hambre, la pobreza, el desempleo etc.., ¿cómo nosotros lo vamos a resolver si sólo tenemos 5 panes y 2 peces para tantos millones de personas. Sólo es posible cuando está el Señor, acudimos a Él con nuestra pobre cesta casi vacía, pero con el corazón lleno de fe y amor. Ahí sí que surge el milagro.  Señor aquí estamos todos los cristianos con nuestro poquito de fe y de amor en nuestros cestos...


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