21 julio 2012

NOTICIAS DESDE LA TORRE

 Un cordial saludo para todos los queridos lectores de nuestro blog. Os pedimos disculpas por la semana de silencio; fue debido a la preparación y realización del Retiro de los Oblatos benedictinos de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y a la enfermedad y defunción de un queridísimo hermano Oblato de Salamanca. De nuevo con vosotros queremos resumir en pocas palabras lo ocurrido en estos días:  En primer lugar se celebró el Retiro con mayor número de asistentes que en los anteriores, hubo nuevas presencias entre los participantes, el sentir general fue de gran satisfacción, deseos de prolongarlo más, y de volver por esta Santa Casa con frecuencia, pues encontraron el ambiente idóneo para la reflexión y la oración y en el P. José Ignacio, el testimonio vivo de un monje fiel a su carisma y con la sabiduría del buen director de espíritus, que supo orientar a todos hacia unas decisiones personales que abrían nuevos horizontes. Tuvimos también la alegría de la presencia del más pequeño, el hijo de nuestra hermana Isabel que tiene 6 meses y es fruto de mucha esperanza, oración y sacrificio por parte de sus padres y de todos los oblatos que oraron durante todo el tiempo previo a su nacimiento para lograr el gozo de su presencia, Dios le bendiga y proteja. La jornada final tuvo un marco especial, así como el Vía Crucis alrededor del Santuario y la sabatina delante de la Virgen de Valdejimena, estuvieron llenos de fervor y de especiales sentimientos, la noche nos regaló la meditación de la grandiosidad del Creador, y de la pequeñez de sus criaturas, "qué es el hombre para que te acuerdes de él, el hijo del hombre para darle tanto poder..." Los testimonios personales y los sentimientos que el Señor nos donó, fueron el colofón de un Retiro inolvidable, en que especialmente estuvo presente el recuerdo de nuestro hermano Daniel, que por su enfermedad y posterior ingreso en el Hospital, vio truncados su deseos ardientes de asistir.  ¿Quién nos iba a decir que pocos minutos después de retirarse al descanso, recibiría un servidor una llamada angustiosa de su hermana avisándonos de su gravedad.
No pudimos avisar a los hermanos, sólo María, Paquita y un servidor nos quedamos en pie orando, pues era tardísimo y esperábamos al amanecer para ir al Hospital, le dedicamos con todo nuestro corazón una vigilia de oración y sacrificio, para acompañarle en esos difíciles momentos terminales de su vida.
El domingo en la mañana, nos dimos prisa para acudir al Hospital, allí el P. José Ignacio y un servidor, acompañados de representantes de Oblatos de distintos lugares, le dimos los últimos sacramentos y le confortamos en esa lucha final.
Se despidieron para volver a sus casas, con mucha tristeza de dejar así a nuestro hermano Daniel, y con la preocupación de ir conociendo su involución hasta el desenlace final. Funeral en su Parroquia, de los Trinitarios. Última morada en el Cementerio San Carlos para su descanso hasta la resurrección, junto con sus familiares que allí yacen.Su tumba será cita de numerosas visitas en busca de su intercesión y de aprender con el recuerdo la ejemplaridad heróica de su corta vida, en la que hizo mucho y muy bueno ern muy poco tiempo.
La vida de Daniel se apagó entre nosotros en el Hospital a las 12.15 del día 18 de julio, con la Paz que siempre le caracterizó, sin un movimiento ni un sobresalto, dejó de respirar y se marchó al encuentro del Rostro del Señor que siempre buscó con ansia. Nos deja el largo y profundo testimonio de un alma-víctima, que Dios se escogió para que a pesar de sus limitaciones y sufrimientos, fuera un gran apóstol, conquistador de almas para Cristo y promotor de todos los caminos conducentes a las almas que tocaba a la verdad el camino y la vida : Cristo. Hay mucho que aprender, meditar, descubrir y compartir de su legado. En una sección, próximamente, iremos dando humildes pinceladas que os hagan conocer algo de lo mucho que Dios hizo con él en su breve vida, pues entregó su espíritu a los 47 años. Desde aquí todo nuestro afecto, oraciones y disponibilidad a su querida y ejemplar madre y a su hermana, sacrificada por todos y llena de generosidad Que el Señor mitigue su dolor y se sientan orgullosas de la vida ejemplar de Daniel. Descanse en Paz. Debajo la foto del H. Daniel en el día en que recibió la medalla de Oblato del Valle,(2011).
Foto del grupo del Retiro del 2011, el último a la derecha, nuestro hermano Daniel (R.I.P.)

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