En primer lugar una definición: El ermitaño es una persona que elige profesar una vida solitaria y ascética sin contacto permanente con la sociedad , con el fin de alcanzar una relación con Dios que considera más perfecta. El término significa todo aquel que vive en soledad apartado de los vínculos sociales (que no desentendido de las necesidades y vida del mundo).
Os pongo hoy el himno de Laudes del sábado de la II semana del Salterio que es la oración desde el corazón del eremita:
Padre nuestro
Padre de todos,
líbrame del orgullo de estar solo.
No vengo a la soledad
cuando vengo a la oración,
pues sé que, estando contigo
con mis hermanos estoy;
y sé que, estando con ellos,
Tú estás en medio, Señor.
No he venido a refugiarme
dentro de tu torreón,
como quien huye a un exiliode aristocracia interior
Pues vine huyendo del ruido
pero de los hombres no.
allí donde va un cristiano
no hay soledad, sino amor
pues lleva toda la Iglesia
dentro de su corazón
Y dice siempre "nosotros"
incluso si dice "yo". Amén
Actualmente está creciendo esta forma de vida, pero los llamados a esta senda, no lo tenemos fácil, nos suelen poner muchos obstáculos. Sin embargo está legislado en el canon 603 que los incluye en la vida consagrada, reconociendo su derecho a profesar sus votos en manos del Obispo Diocesano.


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