Si le diéramos un título a este domingo sería el del Amor, porque aparece el amor cristiano plasmado en su origen, el matrimonio . La Iglesia siguiendo la enseñanza del Maestro, eleva el matrimonio a ese lugar sacramental que le corresponde y que le hace origen y fuente de la vida, querido así por el Creador. No es un invento humano, viene de Dios y es obra de Nuestro Señor Jesucristo.
En el Génesis y en el Evangelio de hoy nos enseñan un mensaje luminoso para la unión en matrimonio por el amor que viene de Dios.
Sin embargo hemos de defender claramente algo tan evidente y que hasta no hace mucho era de sentir unánime y que en nuestro tiempo, que pone en tela de juicio todos los valores, ha añadido a su larga lista destructiva al matrimonio. Obscurecen, desdibujan, devalúan, dan falsas definiciones del matrimonio con el fin de seguir su denodada lucha contra Dios y sus leyes. Jesús nos enseña el camino nuevo de la infancia espiritual -que hemos conocido en primera persona en Santa Teresa de Lisieux- y que sigue siendo el único Camino para llegar al Reino según palabras de Jesús.
La gran familia mundial de la Iglesia, reflexionando en el mensaje de este domingo, debe tener claras las ideas y defender como fundamental este Sacramento.
La primera lectura es del Génesis, Dios comienza su obra de la creación humana con la creación del hombre y la mujer y poniendo el cimiento de la vida humana y de las relaciones interpersonales a partir de ese concepto de amor que proviene del mismo Dios, que es el Amor. Dios crea al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, les infunde el soplo del Espíritu, poseyendo así el ser en común con lo divino, de ahí las cualidades sobrenaturales: amar, crear y comunicarse. Pero todo esto no podemos adquirirlos solos, sino que sólo nos viene de Dios.
El salmo es el 127, este poema sapiencial era parte del repertorio de los que cantaban o proclamaban los peregrinos que subían al Templo de Jerusalén; los judíos tenían el común sentir de que Dios oía sus cantos con agrado desde el Templo. Pero Jesús amplía los horizontes, y nos dice que Dios escucha siempre nuestras plegarias y en cualquier lugar que las hagamos.
La segunda lectura es de la Carta a los hebreos y quiere hacer comprender a los hebreos que el sacerdocio y sacrificio de Cristo es ciertamente la plenitud y superior al sacerdocio y sacrificios de la Antigua Alianza.
El Evangelio de San Marcos, los fariseos más radicales y con un deseo de destruir la influencia del Maestro, le hacen una pregunta malintencionada sobre el matrimonio pensando que podrían dejarle sin respuesta adecuada. Jesús responde a la equivocada y exagerada interpretación de los fariseos con la indisolubilidad del matrimonio y la igualdad en dignidad de los cónyuges. Sus palabras son el fundamento y doctrina de los cristianos frente a la unión matrimonial
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