Estamos viviendo, tiempos muy duros para todos, pero hay grupos de hermanos nuestros que están pasando por situaciones insostenibles, que no ven luz en el horizonte, que se sienten solos y que no saben qué hacer. Necesitan más que nunca la Esperanza, virtud de los que creen firmemente en Dios; pero puede quedar un poco obscurecida por los temores, la soledad, la insolidaridad y los comentarios pesimistas que se escuchan por todas partes.
Queremos abrir una página de paz, que nos lleve desde la presencia del Dios que está más que nunca a nuestro lado, mientras más difícil se hace el camino y de la mano de innumerables hermanos que queremos caminar juntos ayudándonos mutuamente, cada uno poniendo lo que puede, pero con una confesión clara de fraternidad, amor y de que nos importa tu vida y tus problemas.
Lo de tiempos "recios" en lugar de la manida "crisis" es por abrir la puerta a una mujer sabia, valiente y luchadora, llena de fe y amor, que caminaba cuesta arriba y llena de tribulaciones de todo tipo, pero en un diálogo abierto y consolador con su constante compañero de camino: el Señor. Esa mujer como todos sabéis era Teresa de Jesús, que a sus terribles momentos de crisis y persecuciones, soledades, acusaciones falsas, incomprensiones, enfermedades, pobrezas, oscuridades espirituales....y mucho más, les llamaba "tiempos recios", y ¡vaya que si lo eran!
Ella, el Santo Job y muchos otros Santos y caminantes de a pie del hoy de nuestras crisis, nos van a ir ayudando a encontrar de dónde sacaban fuerzas, respuestas y soluciones en momentos "desesperados".
Es llamativo y para reflexionar, que nos fijemos en la Doctora Mística, una monja contemplativa, que pisaba tierra al mismo tiempo que elevaba su corazón al cielo. ¿No irán un poco los tiros por saber encontrar aquellos senderos que Juan de la Cruz y Teresa de Jesús descubrieron cuando les llegó la prueba, el dolor el aparente fracaso, el odio de muchos que les rodeaban? Pues a todo respondían con paz, serenidad, constancia, esperanza y un diálogo-oración, permanente con Jesús.
El Santo Job, modelo de fe, paciencia y esperanza, hallará gracia a los ojos de Dios por su vida intachable y por su aceptación de un cúmulo de sufrimientos incontables y que cualquiera se hubiera desesperado ante ellos. Él nos da la lección de comprender que todo es don de Dios y cómo hemos de recibir lo que de Dios nos viene.
"Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor. Si aceptamos de Dios los bienes ¿no vamos a aceptar los males?" (Job 1, 21..)
"Dichoso el hombre al que corrige Dios, no rechaces el escarmiento del Todopoderoso, porque Él hiere y venda la herida, golpea y cura con su mano"
(Job 5, 17-18).
Cuánta sabiduría destilan las palabras de un hombre que teniendo en poco su posición social, miraba más lejos, valores mayores y nos deja una práctica lección desde los labios de quien fuera Duque de Gandía y que luego dejando su vida cortesana, entra en la Compañía de Jesús para servir para siempre a un "Señor que no se le muera", como se murió su Reina a quien tanto admiraba y quedó totalmente impactado por el cuerpo descompuesto y que no podía recordar a la de los tiempos de belleza y gloria y a la que tuvo que reconocer tras su muerte.
"Bien sé que no son grandes, sino los que se conocen por pequeños, ni son ricos los que tienen, sino los que no desean tener; ni son honrados, sino los que trabajan para que Dios sea honrado y glorificado" (S. Francisco de Borja en carta al Beato Pedro Fabro).
Como este tema da mucho de sí,... Seguiremos aprendiendo lecciones de quienes caminaron antes que nosotros por el camino de la prueba y el dolor, para que aprendamos la pedagogía de vencer al mal con el bien, de creer firmemente en el Señor, de saber esperar y de aceptar que la vida no es como el período en que muchos comenzaron su vida, llena de facilidades, progreso, consiguiendo todo lo que deseaban, que a esos períodos les suceden otros en que perdemos lo adquirido, que las alegrías se sustituyen por la pena y las preocupaciones.., hay que aprender a vivir recibiendo con gratitud y perdiendo con dignidad y esperanza, porque todo en este mundo es pasajero, sólo Dios permanece. Con Santa teresa cerramos hoy, "nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda,, la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta, SÓLO DIOS BASTA" (Sta. Teresa de Jesús)
No hay comentarios:
Publicar un comentario