22 diciembre 2012

¿CÓMO CELEBRAR LA NAVIDAD VIVIENDO EN ESTA CRISIS?

Podemos comenzar con dos ideas:  1- La figura de la crisis del Santo Job. No creo que a nadie se le pueda ocurrir negar, cuánto dolor y pesimismo pudo caer sobre un hombre justo y fiel en tan poco tiempo; sin embargo podemos llegar a comparar con sus muchas diferencias, muchas de los que están sufriendo en sus vidas las crisis de hoy, que no son sólo de dinero, aunque también.  Cuántos sufren de la injusticia, del olvido, del desamor, del abandono, de la ruptura familiar, de la vida que llevan sus hijos a pesar de sus esfuerzos y la educación que trataron de darles, de una sociedad mentirosa, llena de corruptos y ladrones, de no saber en quién fiarte, porque te han fallado desde los que tenías por los mejores, hasta los que se llamaban tus amigos.   Luego podíamos pasar al desempleo, a la falta de vivienda, a la pobreza que llega a donde nunca se pensó, teniendo que vivir de la ayuda de instituciones y de la caridad pública. Y  sobre todo al pesimismo, la depresión y la obscuridad más profunda mirando al futuro, porque se ha perdido por muchos la Fe y con ella la virtud de la Esperanza que es la única que permite remontar todas las crisis.
¿Qué salvó a Job de su terrible situación? Nunca perdió la Fe en Dios, siempre conservó la Esperanza en la Justicia y Misericordia del Señor y obtuvo la respuesta que no se podía esperar, la generosidad ilimitada de un Dios Amor que escucha las súplicas del que confiando en él plenamente, le invoca. ¿  Acaso se da entre nuestros desesperados de hoy la actitud de Job?  Desgraciadamente hemos puesto nuestra confianza en los que no la merecían y en cosas temporales y pasajeras y como tales han pasado y nos han dejado como estamos.  Os invito a ahondar en este punto y leer el Libro de Job.   La 2- ¿Qué ha sido el nombre Navidad para la mayoría de la gente que hoy reniega de su celebración?   Un recuerdo bonito de infancia, los regalos, la comida mejor, la fiesta y alegría, villancicos, vacaciones, la esperanza en que tocara la lotería... Claro todo eso no era la Navidad y por eso no la quieren celebrar porque se han dado cuenta de que era falsa, vacía, pasajera...  La Navidad sigue siendo el acontecimiento más Grande y Hermoso para todos los hombres, un Dios todopoderoso que ha sido ofendido, olvidado, despreciado, erradicado de nuestra sociedad y de nuestros hogares, al que nos olvidamos siquiera de hablarle (orando) y que  sigue amándonos, perdonándonos y regalándonos a su propio hijo que se hace uno de nosotros para compartir nuestro duro camino, enseñando a convertirlo en Camino de Salvación, en "Autopista hacia el Cielo".  La Navidad es, sigue siendo un gran misterio de Amor: Una Virgen da a luz al Hijo de Dios en medio de la pobreza, del anonimato, del olvido de los hombres, para estar junto a todos los que se quejan de su pobreza, de su soledad, de su abandono de sus carencias...  Ellos los vivieron primero por nosotros y con la Fe y la Esperanza lo transformarán todo.  Probad a mirar ese humilde portal de Belén, poneos en el lugar de San José, o de los visitantes anónimos y sencillos que con curiosidad visitaban al Niño que nos nace en la Navidad. Veréis que sentís algo interior que os da fuerza y gozo y que permite coexistir con el dolor de cada día y poco a poco irlo venciendo con vuestra Fe y vuestra Esperanza que se llena del que es el AMOR: Cristo el Señor.  A pesar de todo, desde las penumbras, desde la soledad, la penitencia, el silencio, la oración constante y la incomprensión del mundo un monje ermitaño os envía un fuerte y seguro  FELIZ NAVIDAD, porque no sólo es posible, es indispensable.  Lo deseo y espero y lo pido al Niño Dios para todos vosotros queridos amigos y para todos los que no conocemos y están en nuestro corazón para que Dios mitigue sus penas y les haga amanecer a la Mañana de Navidad. ¡Está amaneciendo hermanos, os lo anuncia vuestro vigilante en la noche! Ya llega para todos nosotros LA NAVIDAD, LA VERDADERA.

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